Después de cada uno de los encuentros me sentía con muchas ganas de empezar proyectos. En el viaje de vuelta a casa repasaba cada uno de los nuevos conocimientos que había visto ese día, y se me venían a la cabeza ideas para otros proyectos que alguna vez me gustaría llevar a cabo, y también ideas y detalles que tenía que arreglar del proyecto que iba a presentar en el seminario. Si iba a una librería comenzaba a analizar distintos libros y pensaba acerca de las decisiones que se habían hecho sobre ellos y recordando ejemplos o conceptos que habíamos visto en clase.
Las profesoras, Patricia Piccolini y Marcela Castro, siempre nos hablaron desde su experiencia, nos dieron ejemplos reales de la cocina editorial y eso me permitió acercarme un poco más a la industria. También los invitados que pudimos entrevistar me dejaron esa sensación de querer crecer y avanzar, de empezar a meterme mucho más en la industria editorial.
De la bibliografía, los textos que más me gustaron fueron los capítulos del libro de Gill Davies, Gestión de proyectos editoriales, y el artículo de Beatriz De Moura. Además, el blog que había que desarrollar me permitió dejar asentado cada uno de los temas tratados en clase, y seguramente lo siga actualizando con material externo a la cursada.
El proyecto que presenté surgió en una de mis visitas a una librería, creo que a las dos semanas de haber empezado el seminario. Empecé a revisar distintos libros dentro del género infantil. Hablé con un vendedor, que había conocido hacía un año para una materia y no pensé que iba a encontrarlo otra vez, y le pedí que me mostrara los libros que según él eran los más raros o extravagantes que había. Me mostró de todo, libros insuperables, impensables, parecían obras de arte. Y hubo uno que me llamó muchísimo la atención: El misterio del tesoro de Austerlitz. Y ahí fue cuando comenzó todo.
viernes, 28 de noviembre de 2014
Comentario,
seminario,
última clase del seminario
0
comentarios
Comentario final
miércoles, 26 de noviembre de 2014
Capítulo 4,
Gestión de proyectos editoriales,
Gill Davies,
Manejo del proceso de edición
0
comentarios
Manejo del proceso de edición
El capítulo 4 del libro Gestión de proyectos editoriales
de Gill Davies abarca el proceso de “cuidar” de los manuscritos hasta que
llegan a la fecha de publicación e inmediatamente después.
Cuando un editor participa firmemente en el proceso
editorial se logra una mejor edición del libro y el editor continúa siendo el
centro de un equipo exitoso que puede seguir repitiendo éxitos con obras
futuras. La responsabilidad del editor es permanente, y dispone de más
información sobre el libro que cualquier otra persona dentro de la editorial y
debe compartirla con el equipo que trabaje ese título.
Siempre es recomendable leer el manuscrito porque la familiaridad con el texto ayudará a resolver cualquier dificultad que pueda surgir en relación con el libro durante su paso por la editorial. Además ayudará a verificar que el material no traiga consecuencias legales a su empresa, o sea difamatorio y ofensivo.
Siempre es recomendable leer el manuscrito porque la familiaridad con el texto ayudará a resolver cualquier dificultad que pueda surgir en relación con el libro durante su paso por la editorial. Además ayudará a verificar que el material no traiga consecuencias legales a su empresa, o sea difamatorio y ofensivo.
Lo ideal es tomarse un tiempo para explicarle al autor
ciertos detalles del proceso de edición, como por ejemplo: cuándo se realiza la
corrección de estilo, el tiempo que deberá esperar hasta recibir consultas
sobre el manuscrito, la importancia de otorgar respuestas y de devolver las
pruebas en la fecha solicitada, cómo funciona el marketing y la promoción, etc.
Es necesario entregarle al autor un cuadernillo con las
pautas de estilo de la editorial. Las pautas de estilo se desarrollan a lo
largo de un periodo de años y sirve para presentar el material de forma lógica
y comprensible, asegura la uniformidad y facilita los procesos de corrección y
producción, y reduce sus costos.
También están los cuestionarios que facilitan la
comunicación porque proporcionan información sobre el libro de un modo simple y
se aplican en distintas áreas como producción, marketing, corrección y diseño.
Con respecto a las coediciones, es una edición conjunta
entre dos editoriales diferentes que cada una publica en un territorio o grupo
de territorio específicos. En un acuerdo tradicional los coeditores requerirán
una copia del manuscrito terminado para poder determinar el grado de interés, y
decidir si adquirirán ejemplares para su editorial o producir su propia
edición.
En el área de diseño se debe tener en cuenta que este
abarca el diseño interior y exterior del libro. Si es un libro ilustrado se
deben controlar cada imagen con su correspondiente epígrafe o información que
la acompaña.
En cuanto al exterior, en las cubiertas un diseño simple es
un diseño efectivo. Siempre hay que contar con la opinión del autor, y no
forzarlo a aceptar un diseño que odiará; y además, si las áreas de edición,
marketing y ventas participan en la aprobación de la tapa es mejor tener una
cubierta aceptada por mayoría de votos que satisfaga a todos.
martes, 25 de noviembre de 2014
Capítulo 3,
De la contratación a la entrega,
Gestión de proyectos editoriales,
Gill Davies
0
comentarios
De la contratación a la entrega
En el capítulo 3 del libro Gestión de proyectos editoriales de Gill Davies se detallan distintos aspectos a tener en cuenta durante el periodo comprendido entre la firma del contrato y la fecha de entrega del manuscrito.
Cada nueva propuesta de publicación trae aparejadas nuevas exigencias. Cada nuevo autor implica otro conjunto de problemas, y por supuesto de satisfacciones. Hay escritores morosos que cumplen con la entrega y otros que nunca completan el trabajo.
Se puede diseñar un sistema de comunicación que sea cómodo para ambas partes. También se le puede hacer saber al autor que se pondrá en contacto con él periódicamente y que hay interés en realizar un seguimiento del progreso de su trabajo. El seguimiento consiste no solo en controlar el cumplimiento de los plazos sino también en encontrar formas de apoyar al autor en su tarea.
Cada nueva propuesta de publicación trae aparejadas nuevas exigencias. Cada nuevo autor implica otro conjunto de problemas, y por supuesto de satisfacciones. Hay escritores morosos que cumplen con la entrega y otros que nunca completan el trabajo.
Se puede diseñar un sistema de comunicación que sea cómodo para ambas partes. También se le puede hacer saber al autor que se pondrá en contacto con él periódicamente y que hay interés en realizar un seguimiento del progreso de su trabajo. El seguimiento consiste no solo en controlar el cumplimiento de los plazos sino también en encontrar formas de apoyar al autor en su tarea.
Todos los autores necesitan que se los aliente y estimule,
incluso los que no parecen necesitarlo. El apoyo consiste en cuidar al autor de
forma tal de facilitarle el proceso de escritura. La comunicación con este es
un modo de alentarlo y orientarlo; lo que implica lecturas del material que
está produciendo, hacer comentarios constructivos, y estar preparado en caso de
que el autor parezca haber perdido el rumbo con respecto al contenido o de la
velocidad con la que debería estar escribiendo.
Puede estar controlando a su autor pero lo ideal es que él
no lo advierta.
Nada es 100% seguro en la publicación de libros, aunque se
puede prever cierta cantidad de tiempo extra en caso de que haya un retraso (el
inconveniente más nocivo en el trabajo editorial). Se pueden tener dos
cronogramas: uno con la fecha de entrega pautada y otro interno que considere
más tiempo. Además, se debe tener dos programas de publicaciones futuras, uno
con los títulos y fechas de entrega acordadas (el plan de trabajo) y otro con
la misma información más un plazo adicional.
Los presupuestos casi siempre se preparan antes de la elaboración
del programa editorial, lo que supone que ha pasado un tiempo desde que el
libro fue contratado por lo que se debe revisar el presupuesto y verificar qué
datos han cambiado (tirada, precio, ventas nacionales y extranjeras, descuentos,
derechos subsidiarios).
Es necesario recordarles a sus colegas de las áreas de
corrección, producción y diseño que el original está por arribar a su sector, y
mantener un control de forma periódica sobre el progreso de sus libros.
La clave para evitar problemas ocasionados por los retrasos
(como un aumento de costos, manuscrito más largo de lo esperado, cambios en el
presupuesto, en el formato del libro, pérdida de importancia en el mercado, etcétera)
es “planear” los retrasos. No se los puede eliminar pero se puede reducir los
posibles daños.
También pueden existir conflictos entre coautores o entre el
autor y su editor.
Por último, existen los llamados “problemas con la entrega”
que consisten en el bloqueo de escritor y en la entrega de un libro que no corresponde
a lo que se contrató.
Otros capítulos analizados:
Introducción y capítulo 1: Gestión de proyectos editoriales
Capítulo 2: Contratos y derechos
Introducción y capítulo 1: Gestión de proyectos editoriales
Capítulo 2: Contratos y derechos
martes, 18 de noviembre de 2014
entrega final,
Proyecto editorial,
segunda entrega,
última clase del seminario
0
comentarios
Proyecto editorial: segunda entrega
A continuación les comparto el proyecto editorial que presenté en la segunda entrega del seminario, con sus respectivos ajustes con respecto a la primera entrega:
La
colección abierta “Curioseando sobre Argentina” tiene el propósito de divulgar información
acerca de historia, geografía, cultura general, flora y fauna de Argentina para
que los niños enriquezcan sus conocimientos sobre el país con un material
divertido y a su vez didáctico en el que encontrarán fotografías,
ilustraciones, mapas y líneas de tiempo.
Está
destinada a niños y niñas a partir de 8 años de edad, familiares y maestros.
Los
primeros cinco libros de la colección serán acerca de Historia Argentina. Cada
uno abarcará un período de tiempo específico que comienza en 1776 (con la
creación del Virreinato del Río de la Plata) y llega hasta la actualidad, y se
desarrollarán los principales sucesos históricos que ocurrieron en el
territorio con textos narrativos en tercera persona, apelando a fotografías, la
ubicación geográfica en las provincias o ciudades donde ocurrieron los hechos y
con la ayuda de una línea de tiempo para armar. Con respecto a esto último, en
las páginas finales habrá una plancha de stickers con los momentos históricos
más importantes para que a medida que van leyendo los chicos coloquen los
stickers en la línea de tiempo que se desarrolla a lo largo de todo el libro y
en caso que sea necesario un glosario con las definiciones de términos que
resulten desconocidos.
Para
el desarrollo de los libros se tendrán en cuenta profesionales especializados
en Historia Argentina, cartógrafos, ilustradores y fotógrafos y se realizará un
testeo con niños de la franja etaria para comprobar que el contenido cumple con
sus objetivos.
Los
canales de venta serán librerías, escuelas y museos de historia.
Los
libros tendrán una maqueta compleja y la división según el período de tiempo
que abarcan sería:
1°
libro: 1776-1825
2°
libro: 1825-1875
3°
libro: 1875-1925
4°
libro: 1925-1975
5°
libro: 1975- Actualidad
Finalmente,
en el mercado nacional los últimos libros editados sobre esta temática para el
sector infantil son unas historietas que se centran en la vida y obra de próceres
(Planeta, 2008-2010), dos “cómics culturales” que tratan sobre la inmigración y
el 25 de mayo de 1810 (Longseller, 2009), y dos libros biográficos (Guadal,
2006; Grulla, 2004) y una obra de teatro (Alfaguara, 2006) acerca de San
Martín. Por lo que, en base a esta pequeña investigación de mercado, se
concluye que no hay registros de libros similares a los propuestos.
viernes, 14 de noviembre de 2014
Alistair McCleery,
Autores a través del tiempo,
Comentario,
David Finkelstein,
El autor,
Una introducción a la historia del libro
1 comentarios
Autores a través del tiempo
En el capítulo 4 de Una introducción a la historia del libro de David Finkelstein y Alistair McCleery se desarrolla el concepto de autoría y sus variaciones en un periodo de 1000 años que se puede separar en tres:
El Medioevo: El manuscrito y el autor
La vida intelectual se centraba en los centros eclesiásticos y se producían manuscritos en línea con el interés religioso en defensa de la autoridad de la Iglesia y de sus enseñanzas. Los copistas, rubricadores e iluminadores trabajaban en conjunto para copiar e iluminar los textos sagrados. A fines del siglo XII y principios del XIII hubo una gran demanda de textos debido la fundación de nuevas universidades y se aceleró el desarrollo de un público lector interesado en una gama de textos más amplia que la producida por los copistas eclesiásticos. Surge una industria comercial de libros independiente donde las librerías proporcionaban pecias o textos ejemplares para que los estudiantes y otros laicos interesados alquilaran y copiaran. “Se consideraba autores (o auctors) a las personas que reconfiguraban ciertos materiales para sus propios propósitos, creando un material que glosaba o que se vinculaba a otro dentro de la misma esfera de actividad intelectual”.
El Renacimiento y el autor
La llegada de la imprenta genera muchos cambios sociales, económicos y con ellos cambia la función del concepto de autoría. Los editores y mecenas tienen un papel importante en la vida de los autores hasta el siglo XVIII aproximadamente. “Los ‘autores’ se volvieron mercancías comercializables fuera del circuito de la corte y los benefactores ricos (…) y los nuevos participantes en la producción del libro –el editor, la imprenta, y eventualmente un público lector diferente y en expansión- fueron determinaciones cruciales en la participación del autor en el momento de decidir la manufactura física y literaria de sus libros”. “Incluso la tríada jerárquica mecenas, poeta y escriba, que caracterizaba la cultura del manuscrito, evolucionó, en la cultura impresa, hacia un mayor balance de la autoridad compartida por el mecenas, el poeta y el editor”. (Brown, 1995:2)
La Era industrial y el autor
Los cambios en las leyes de derechos de autor y el advenimiento de la industrialización cambiaron los parámetros de autoría y la producción de libros. Los textos impresos se fabricaban a mayor velocidad y con costos más baratos, se vendían a una audiencia masiva cada vez más grande, lo que generaba mayores ganancias a los editores y permitía que los autores obtuvieran ganancias constantes como resultado de sus trabajos, por medio de, por ejemplo, el sistema de lucro compartido, las regalías por las ventas de los textos durante un tiempo limitado o el cobro de regalías sobre las ventas.
El Medioevo: El manuscrito y el autor
La vida intelectual se centraba en los centros eclesiásticos y se producían manuscritos en línea con el interés religioso en defensa de la autoridad de la Iglesia y de sus enseñanzas. Los copistas, rubricadores e iluminadores trabajaban en conjunto para copiar e iluminar los textos sagrados. A fines del siglo XII y principios del XIII hubo una gran demanda de textos debido la fundación de nuevas universidades y se aceleró el desarrollo de un público lector interesado en una gama de textos más amplia que la producida por los copistas eclesiásticos. Surge una industria comercial de libros independiente donde las librerías proporcionaban pecias o textos ejemplares para que los estudiantes y otros laicos interesados alquilaran y copiaran. “Se consideraba autores (o auctors) a las personas que reconfiguraban ciertos materiales para sus propios propósitos, creando un material que glosaba o que se vinculaba a otro dentro de la misma esfera de actividad intelectual”.
El Renacimiento y el autor
La llegada de la imprenta genera muchos cambios sociales, económicos y con ellos cambia la función del concepto de autoría. Los editores y mecenas tienen un papel importante en la vida de los autores hasta el siglo XVIII aproximadamente. “Los ‘autores’ se volvieron mercancías comercializables fuera del circuito de la corte y los benefactores ricos (…) y los nuevos participantes en la producción del libro –el editor, la imprenta, y eventualmente un público lector diferente y en expansión- fueron determinaciones cruciales en la participación del autor en el momento de decidir la manufactura física y literaria de sus libros”. “Incluso la tríada jerárquica mecenas, poeta y escriba, que caracterizaba la cultura del manuscrito, evolucionó, en la cultura impresa, hacia un mayor balance de la autoridad compartida por el mecenas, el poeta y el editor”. (Brown, 1995:2)
La Era industrial y el autor
Los cambios en las leyes de derechos de autor y el advenimiento de la industrialización cambiaron los parámetros de autoría y la producción de libros. Los textos impresos se fabricaban a mayor velocidad y con costos más baratos, se vendían a una audiencia masiva cada vez más grande, lo que generaba mayores ganancias a los editores y permitía que los autores obtuvieran ganancias constantes como resultado de sus trabajos, por medio de, por ejemplo, el sistema de lucro compartido, las regalías por las ventas de los textos durante un tiempo limitado o el cobro de regalías sobre las ventas.
(2745 caracteres con espacios)
Sobre los autores:
David Finkelstein es decano de la Facultad de Humanidades de la University of Dundee, Inglaterra.
Alistair McCleery es profesor de Literatura y Cultura en la Edinburgh Napier University, Inglaterra.
miércoles, 12 de noviembre de 2014
Comentario,
Fragmentos de memoria,
Giulio Einaudi
0
comentarios
Fragmentos de Giulio Einaudi
Giulio Einaudi fue un editor italiano que en 1933 fundó su editorial que aún lleva su apellido con el apoyo de Leone Ginzburg, Cesare Pavese, Massimo Mila, Felice Balbo o Italo Calvino y Norberto Bobbio.
En sus Fragmentos de memoria nos cuenta sobre el trabajo en su editorial, que fue afectado por cuestiones políticas y económicas de la época. En definitiva, nos muestra el panorama en el que se trabajaba por aquellos años, los altos y bajos por los que tuvieron que pasar no solo los editores y colaboradores sino también los autores.
Destaca tres momentos desde la fundación de la editorial: el primero de gran activismo; desde la fundación de la editorial en el 33 hasta los arrestos en mayo del 35. Pensaban en un proyecto editorial con contribuciones en el campo de la historia, de la crítica literaria y de la ciencia y con la aportación de todas las escuelas válidas, no deformadas por el predominio de la política sobre la cultura. La segunda fase va del 35 al 37, la cárcel los perjudicó a todos. Se hizo cada vez más difícil trabajar, satisfacer las necesidades de los lectores. Por último, la tercera es a partir de la vuelta de Pavese y Ginzburg, la editorial entra en una fase extremadamente rica en iniciativas.
En uno de los fragmentos nos cuenta acerca de los esfuerzos de mantener en pie la editorial a pesar de la guerra y los intensos ataques de bombas aéreas.
Finalmente, después de sufrir dos destrucciones se trasladaron a la casa del padre de Giulio en Lamarmora.
¿Cómo se mantuvo en pie durante medio siglo una editorial que ha llegado a tener una gran porción del mercado del libro, con medios propios escasísimos y desproporcionados respecto a su peso específico? Einaudi cuenta que durante los primeros diez años la editorial se sostuvo con la financiación de amigos y con el apoyo de los lectores. Después de la guerra la editorial pasó de ser una empresa individual a una sociedad anónima. Una solución segura fue la de recurrir a capital nuevo no tomado a crédito, capital social que no demande intereses, comisiones. Aunque, este capital se volvió insuficiente, ¿por qué? Desde la editorial se planteaban a avanzar sobre el mercado, intentando identificar las necesidades futuras de la gente.
En sus Fragmentos de memoria nos cuenta sobre el trabajo en su editorial, que fue afectado por cuestiones políticas y económicas de la época. En definitiva, nos muestra el panorama en el que se trabajaba por aquellos años, los altos y bajos por los que tuvieron que pasar no solo los editores y colaboradores sino también los autores.
Destaca tres momentos desde la fundación de la editorial: el primero de gran activismo; desde la fundación de la editorial en el 33 hasta los arrestos en mayo del 35. Pensaban en un proyecto editorial con contribuciones en el campo de la historia, de la crítica literaria y de la ciencia y con la aportación de todas las escuelas válidas, no deformadas por el predominio de la política sobre la cultura. La segunda fase va del 35 al 37, la cárcel los perjudicó a todos. Se hizo cada vez más difícil trabajar, satisfacer las necesidades de los lectores. Por último, la tercera es a partir de la vuelta de Pavese y Ginzburg, la editorial entra en una fase extremadamente rica en iniciativas.
En uno de los fragmentos nos cuenta acerca de los esfuerzos de mantener en pie la editorial a pesar de la guerra y los intensos ataques de bombas aéreas.
“(…) A medida que las incursiones se intensificaron, trasladamos gran parte de los libros a depósitos periféricos. Durante todo el periodo de guerra llevábamos cada noche los manuscritos, las máquinas de escribir –entonces difícilmente sustituibles-, así como los documentos del día, al sótano refugio donde ya estaba guardado el archivo. Un responsable por turno debía dormir en la sala de redacción junto a la oficina de Pavese, y, en caso de bombardeo, una pequeña escuadra de tres o cuatro personas debían acudir en su ayuda al cesar la alarma utilizando los medios más rápidos”.
Finalmente, después de sufrir dos destrucciones se trasladaron a la casa del padre de Giulio en Lamarmora.
¿Cómo se mantuvo en pie durante medio siglo una editorial que ha llegado a tener una gran porción del mercado del libro, con medios propios escasísimos y desproporcionados respecto a su peso específico? Einaudi cuenta que durante los primeros diez años la editorial se sostuvo con la financiación de amigos y con el apoyo de los lectores. Después de la guerra la editorial pasó de ser una empresa individual a una sociedad anónima. Una solución segura fue la de recurrir a capital nuevo no tomado a crédito, capital social que no demande intereses, comisiones. Aunque, este capital se volvió insuficiente, ¿por qué? Desde la editorial se planteaban a avanzar sobre el mercado, intentando identificar las necesidades futuras de la gente.
(2796 caracteres con espacios)
Bibliografía: Einaudi, Giulio: Fragmentos
de memoria, Valencia, Edicions Alfons el Magnànim, 1990.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)