jueves, 16 de julio de 2015

Los libros y la concientización social

Cuando la búsqueda de la concientización social por el cuidado del medio ambiente y la promoción de la lectura se juntan surge el proyecto social y cultural encabezado por el sello Pequeño Editor. 
Presentación del libro con la explicación
 del objetivo del proyecto
¿De qué trata? Es un libro que se puede plantar. Titulado Mi papá estuvo en la selva, impreso en papel reciclado libres de ácido con tintas biodegradables y entre sus tapas tiene incrustadas semillas de jacarandá en la pulpa del papel. La idea es leer el cuento con los más chicos y, en vez de guardarlo en la biblioteca, siguiendo unas instrucciones se entierra en la tierra para ver cómo brota. 

El libro ya plantando y con semillas germinadas.
El libro-árbol no fue pensado para la venta, se realizaron veinte libros de manera artesanal que serán donados. Esto se debe a que la producción del libro es costosa, y la editorial lanzó una convocatoria en Internet para donar los ejemplares a un número limitado de instituciones nacionales que promuevan actividades educativas y sociales. 
Hasta ahora, se plantaron en tres provincias: Mendoza, Chaco y Misiones; y están en la espera las provincias de Río Negro, Neuquén, Santa Fe y La Pampa. 

En una nota que los representantes de la editorial dieron para el diario La Nación dijeron: 
"La historia de Gusti, Mi papá estuvo en la selva, ilustrado por Anne Decis, que habíamos publicado en formato tradicional en 2008, encajaba perfectamente con este proyecto porque cuenta desde la voz de un niño urbano la experiencia extraordinaria de vivir en la selva, donde la naturaleza es el hogar. En ese contexto, el autor encuentra oportunidad para hablar de muchos temas, de animales, de plantas, de deforestación, de trabajo en equipo, de creencias diferentes, y, muy especialmente, del respeto que le debemos a todo lo viviente", agrega la directora editorial. Y el jacarandá representa una de las tantas especies nativas de la Argentina. "Necesitábamos un tipo de semilla que no fuese demasiado pequeña porque debía atravesar la tierra y, en este caso, también romper el papel que lo contiene, hasta asomar al exterior. El jacarandá cubría estas expectativas y además es un árbol entrañable para la cultura argentina y para los chicos por la canción de María Elena Walsh", completó Franco.
Página 6 del libro-árbol
El proyecto argentino tuvo una gran repercusión alrededor de todo el mundo, y distintos países le pidieron a la editorial para hacer réplicas del libro con semillas autóctonas de esos países, entre ellos Chile, Turquía, Francia, Portugal e Inglaterra.


Por último, este es el video con el que presentaron el proyecto en las redes sociales.


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